![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-V-T1tX_MT7KenONubGDQ7pK4I3dIsfwITUXWXa-C47zigJRXcN3ylvpzejVo4yQvdm1_JCsVSJYYO_lzu76uhdahJIaoh3Ang8INqRjeT_AuaULu3Zv0inlZVTBOM3gGdsIGNx0BnS0/s400/s.jpg)
Las hojas maduras alcanzan los dos metros de diámetro; son láminas circulares, peltadas, fuertes, con el margen entero, el haz glabro y dotado de una importante capa de cutícula, lo que ayuda a repeler el agua; poseen abundantes estomas. El envés puede presentar ocasionalmente estomas, presumiblemente no funcionales; es de color púrpura, con pubescencia multiseriada bien distintiva, y recubierto de fuertes aguijones multicelulares. Está reforzado por debajo con gruesas cuadernas de tejido poroso, con cavidades intercelulares rellenas de aire para facilitar la flotación. Toda la parte sumergida de la planta cuenta con duras y gruesas espinas que la protegen de los predadores. Las hojas pueden alcanzar los 60 kg de peso.
Al mes de la aparición de las hojas definitivas, es decir, a mediados de primavera, aparece un capullo floral al cabo de un tallo de hasta 2,5 cm de ancho; es de color blanco y forma elongada, protegido por un cáliz de cuatro sépalos de tinte rosáceo y hasta 15 cm, desprovistos de espinas. Puede alcanzar los 30 cm de diámetro. Los pétalos exteriores son gruesos, con cámaras de aire que contribuyen a la flotación de la flor. De apertura nocturna, la flor es blanca en el día de su aparición; tiene hasta un centenar de pétalos de forma redondeada, con una distintiva fragancia semejante a la del ananá. Una reacción termoquímica eleva la temperatura de la flor hasta 20ºC más allá de la temperatura ambiente para colaborar con la difusión del aroma, que atrae a coleópteros, que quedan atrapados cuando la flor se cierra cerca del amanecer. El cierre demora alrededor de 20 minutos. Durante esta primera noche la flor posee sólo el aparato reproductor femenino, listo para recibir el polen transportado por los insectos polinizadores. Durante el segundo día desarrolla estambres, que recubren de polen a los insectos atrapados. Liberados al atardecer de la segunda noche, estos fertilizarán otra flor de este modo. Esta segunda noche la flor se vuelve perceptiblemente rosada en color. La autopolinización es posible, aunque más rara. Al amanecer del tercer día, la flor se cerrará y sumergirá. El fruto madura en inmersión; es una baya globosa, de color parduzco, cubierta de espinas, que contiene numerosas semillas de forma oval, negruzcas o verdosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario