lunes, 31 de agosto de 2009

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orquidea
La flor de mayo o lirio de mayo pertenece al género Cattleya, entidad descrita en 1824 y dedicada por J. Lindley al horticultor inglés William Cattley, natural de Barnet, Inglaterra, un personaje que se distinguió por recolectar plantas raras y coleccionar orquídeas en sus invernaderos. Se conocen cerca de cincuenta especies de Cattleya, todas ellas propias de las zonas tropicales de América. Por la vistosidad, el tamaño de sus flores y la facilidad de cruzamiento con especies afines, varias de ellas se han propagado y se cultivan en diversos países. Originalmente fueron muy abundantes en las zonas de clima cálido y medio pero cada vez son más escasas en su medio natural, aunque hoy se cultivan con relativa facilidad, por lo que son objeto de abundante comercio.
La familia de las orquídeas, a la cual pertenece la flor de mayo (Cattleya trianae Lindl & Rchb. fil), es la más abundante, tanto en la flora de Colombia como en la flora mundial; se calcula que el número de especies es superior a 35.000.
De hecho es la familia de plantas que exhibe las características más avanzadas desde el punto de vista evolutivo, motivo por el cual se encuentra en pleno proceso de diversificación, circunstancia que se ve reflejada en la abundancia y diversidad de especies.
Las orquídeas son plantas herbáceas que forman rizomas o seudobulbos sobre los cuales se desarrollan las hojas; aunque hay un buen número de especies terrestres, la gran mayoría son epífitas, es decir que se han adaptado para vivir sobre los árboles. Lo más característico de ellas es la vistosidad de sus flores, marcadamente irregulares, y con los órganos sexuales fusionados, donde los estambres y el pistilo se forman sobre la columna, que es una prolongación del eje por encima de un ovario ínfero. Los tres sépalos generalmente son iguales y su apariencia es similar a la de los pétalos; los dos pétalos laterales son menores en tanto que el tercero, denominado labelo, es mayor y más vistoso. Otra característica importante es la de que ya no liberan el polen, sino que forman masas, llamadas polinios, que se adhieren al lomo de algunos insectos para su dispersión. Se trata de un mecanismo muy avanzado y que implica una evolución paralela entre las orquídeas y los insectos que visitan sus flores.